Al llegar, encuentro a una chica sonriente y de ojos brillantes que me espera tomando una copa de vino en el jardín de un pequeño local del barrio de Gracia en Barcelona. Aizea Villarreal desprende elegancia, seguridad y pasión a primera vista. Después de trabajar durante 7 años como estilista y comunicadora de moda, decidió cambiar de vida y tirarse a la piscina creando su propio proyecto: “I Feel Good Bcn”. Su objetivo: acompañar a las mujeres a sentirse bien con ellas mismas, liberarse de disfraces y poder expresarse de manera libre mediante su imagen.
Así que después de presentarnos y entablar conversación, empiezo a descubrir más sobre su interesante proyecto profesional.
Cuéntame Aizea cómo empieza todo… ¿Cómo nace “I Feel Good Bcn”?
Después de trabajar durante 7 años para distintas firmas, en comunicación de moda y también como estilista, me di cuenta que había algo en mí que no funcionaba. Cada vez me costaba más ir a trabajar y entré en una crisis existencial. Me di cuenta de que estaba trabajando en un entorno que no era coherente con mis valores.
Es por ello que me planteé por qué me había metido en el mundo de la moda y de la imagen. Empecé a pensar en cómo afecta este sector a las mujeres. En que para la mayoría de nosotras, la imagen se había convertido en una enorme lista de requisitos que tenemos que cumplir para sentirnos bien.
Y ahí fue cuando me di cuenta de que yo sabía algo que las demás no sabían… y que quería compartirlo con ellas; que nuestra imagen es otra cosa diferente a lo que nos han vendido. Nuestra imagen sirve para conocernos, para expresarnos y para empoderarnos. Para sentirnos bien con nuestra imagen, ésta tiene que estar cerca de nosotras, no lejos.
Mi objetivo es formar a las mujeres para ayudarlas a desaprender todas esas imposiciones que llevamos encima sobre nuestra imagen para que aprendan a mirarse desde quienes son.
Entonces, esto que nos cuentas … ¿Es la filosofía “I Feel Good Bcn”?
Sí, la filosofía “I Feel Good Bcn” se trata de revisar creencias que tenemos sobre nuestro cuerpo y que a veces hemos adquirido de otras personas o pautas sociales. A veces tenemos esas creencias tan cosidas a nuestra piel que las entendemos como la verdad absoluta, cuando esa sólo es la verdad que yo he construido en mi mente.
Las creencias limitantes sobre nuestro cuerpo son complicadas de eliminar por completo pero sí que se pueden transformar. El primer paso es ser consciente de qué me estoy diciendo a mí misma sobre mi imagen y cómo me lo digo, qué lenguaje utilizo. A partir de ahí podemos reflexionar: ¿Quizás lo que me estoy diciendo sobre mi cuerpo no es del todo cierto? Y así se abre una ventana al cambio.
Defines tu método de trabajo como “flexible, creativo y divertido” ¿Por qué?
Porque siempre me ha gustado hacer bromas, hacer dibujos, soy una persona muy creativa, me gusta disfrutar con mi trabajo. Mi manera de expresarme es libre y original. Y en el acompañamiento individual yo me adapto a lo que cada mujer necesita.
Personalmente, la manera de conectar con las mujeres que llegan a mí es el disfrute. A veces es necesario quitar un poco de peso a temas que nos hacen mucho daño. Por eso es necesario evitar ponernos dramáticos, lo ideal es poder reírnos y sentirnos bien. Mi objetivo es que las mujeres a las que acompaño se vaya con un buen sabor de boca, cuando nos lo pasamos bien aprendemos más a gusto.
Muchas veces las mujeres no nos sentimos libres, ya que la sociedad actual nos impone cánones irreales, responsabilidades innecesarias y un sentimiento de culpabilidad constante. ¿Cómo ayudas a las mujeres a expresarse de manera “libre”?
Las mujeres tenemos que aprender a entender nuestro cuerpo como nuestro y dejar de entenderlo como si fuera algo de los demás. ¡Esa es la manera!
Para que tú te sientas bien, el foco de tu atención ha de estar dentro de ti (en lo que tú eres) y no fuera . Cuando nos vestimos muchas veces lo hacemos desde lo que los demás pensaran sobre nosotras, nos vestimos para cubrir las expectativas. Nos concentramos en lo que tenemos que aparentar ser y eso nos desconecta de nosotras.
Justamente se trata de ver qué cualidades internas tenemos nosotras y conectarnos a ellas. Ser nosotras mismas, ser auténticas. El error muchas veces está en buscar referentes fuera, cuando la solución es tan sencilla como que la llevo dentro.
Durante este año ha habido diversas polémicas famosas referentes al cuerpo; como Imma Cuesta o Lena Dunham que han criticando a revistas que han mostrado su imagen con retoques. Pese a ello, se sigue insistiendo en el uso del Photoshop y en enseñar a mujeres irreales. ¿Qué opinas sobre ello?
Me parece horrible que únicamente se repita en todos los medios un mismo cuerpo. Siempre vemos el mismo pecho, la misma cara, la misma nariz… La mayoría de estos referentes de belleza han sido creados por hombres, nuestro cuerpo se convierte en un producto, es criticable y explotable. Uno de los roles que tenemos que cumplir las mujeres dentro de la sociedad heteropatriarcal en la que vivimos es ser perfectas y bellas.
El tener que parecernos a los éstándares nos genera una insatisfacción tan grande que nos hace sentir incompletas, tenemos que comprar todos los productos posibles de cosmética y moda para alcanzar la meta. ¡Esta es la gran mentira! Nunca nos vamos a sentir bien con nosotras deseando convertirnos en el supuesto ideal, lo que sí sucede es que alimentamos una industria.
Por ejemplo, el concepto “anti-edad” en las cremas. Si te paras a pensar… ¿Qué significa? Anti-edad es morir, es ir en contra de ti misma. Seria muy diferente si me dijeran que es una crema para cuidarme, para hidratar mi piel. ¿Por qué tengo que rejuvenecer? Tengo los años que tengo y punto.
No nos engañemos, nuestra imagen personal es un negocio multimillonario que mueve muchísimo dinero. Nos han metido en la cabeza estas ideas para que compremos, no para que hacernos sentir mejor, ni más bellas, ni más jóvenes.
Según la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), el 6 por ciento de la población femenina joven, de entre 14 y 24 años, padece trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia. ¿Cómo ayuda tu proyecto para cambiar esta realidad?
Esto es un problema muy grave, es un problema tabú del que no se habla y del que cuando se habla, muchas veces se habla mal. En los trastornos de alimentación, dejar de comer o vomitar, es solo la punta del iceberg. Detrás hay un grave trastorno mental. El trastorno mental con más riesgo de mortalidad en España.
Actualmente, desde “I Feel Good” colaboro con el blog “Comete el mundo” donde escribo sobre temas relacionados con imagen & autoestima. También colaboro en un programa de RNE donde hablamos de estos temas.
Además ofrezco talleres de sensibilización dirigidos a adolescentes y preadolescentes para educar en estos temas. Es escalofriante lo jóvenes que empiezan las niñas, a veces con solo 9 años ya dicen cosas como: “estoy gorda” o “no quiero comer esto porque voy a engordar”.
Por otro lado, en edades adultas también hay que trabajar. Muchas veces las madres son las que tienen que sentirse empoderadas para combatir este tema y educar a sus hijas. Si yo me hablo mal a mí… ¿Cómo voy a querer que mi hija no lo haga? Es un problema grave que nos afecta como sociedad y que está mucho mas presente de lo que pensamos.
Como has comentado antes, la imagen externa se ha convertido en una lista interminable de requisitos a cumplir y muchas veces intentamos encajar en cánones irreales. El mundo de la asesoría de imagen, en general, tiene connotaciones bastantes superficiales ¿Cómo consigues cambiar este trabajo superficial por uno más introspectivo?
En primer lugar el concepto que tiene la gente de la asesoría de imagen, dista mucho de lo que es realmente. En realidad las asesoraría de imagen debe trasladar tus cualidades personales a tu imagen exterior y potenciarlas.
Yo utilizo algunas técnicas propias de la asesoría de imagen pero, además, trabajo con un fondo previo. Por ejemplo, en la asesoría tradicional te dirán que unas rayas horizontales aumentan el volumen, pero si esas rayas aumentan tu sonrisa; ¡Ponte rayas!
Yo voy más allá y escucho el instinto de cada persona, no solo sigo lo que está escrito en un libro. Indagar en la esencia única y personal de cada mujer es lo que marca esa diferencia.
Es por ello que en tu proyecto destacas que “nuestra imagen externa tiene un poder desconocido para muchas mujeres” ¿Puedes explicarnos como encontramos ese poder?
En ese sentido, yo me autoproclamo entrenadora “body positive”, porque resume muy bien este concepto. Lo primero de todo es conocerte y conocer tu cuerpo. Si no te miras, no te conoces. Si no sabes como eres… ¿Cómo vas a poder vestir tu cuerpo? Y lo mismo por dentro, como vas a poder trasladar ese poder interior a tu imagen si no te conoces bien.
Lo más importante es vivir nuestro cuerpo como parte de nuestro ser, aprender a no juzgarnos ni a nosotras mismas ni a las demás. A veces me traduzco a “soy un cuerpo” y nada más. Cuando todas tenemos cuerpo,tenemos mente y tenemos esencia.
Uno de los mecanismos más comunes a la hora de vestirnos es utilizar la ropa para tapar lo que no nos gusta. Y el mismo hecho de taparnos nos duele. Si cada mañana abro el armario y lo que encuentro es ropa negra y ancha, cada día me recuerdo a mí misma que no soy lo suficientemente perfecta para ponerme lo que me gusta. Hay que darle la vuelta, porque me sentiría mejor si abro el armario y encuentro prendas preciosas, de colores y apetecibles. Es un error vetarte prendas porque no eres lo suficientemente perfecta. ¡Tú eres lo que te propongas ser!
Y para acabar me gustaría saber… ¿ Como es la mujer “I Feel Good” perfecta?
La mujer perfecta es imperfecta, esa seria la mujer “I Feel Good”, porque todas somos imperfectas. Seria una mujer que se escucha, que se atiende, que se da lo que necesita en cada momento y que pasa tiempo con ella.
Sobretodo, sería perfectamente imperfecta y única.
Si quieres saber más sobre “I Feel Good Bcn” visita su web y redes sociales:
hola@ifeelgoodbcn.com